LA SENSACIÓN DE PARTIR

     Una vez cuando era chica, exactamente después de conocer Esquel,  pensé en que cuando fuera grande quería vivir en un lugar que tuviera montaña. Varios años después me encontré viviendo en Mendoza y casi como sin saberlo mi deseo se había cumplido.
     Hoy, 22 de diciembre de 2014 me voy. Casi 5 años de residente en la provincia de las tortitas, el zonda, los nombres con artículo y la tonada simpática que ya me cargo como propia. Me voy con un amor encima, con un compañero de vida que me hizo conocer los rincones más lindos de esta ciudad pero con alas de pájaro iguales a las mías. Nos vamos hoy, caminando a la par, a otro destino algo incierto, algo concreto. Un camino muy pensado y trazado sobre líneas invisibles que la misma ruta terminará de definir. Dejamos atrás algunas cosas, sí, muchas tal vez,  pero nos llevamos la esencia y lo principal de esta tierra. Si de algo estamos seguros es que no podríamos soltarnos a la vida y a la aventura tan solos, tenemos que reconocerlo. Y la verdad de toda esta cuestión es que nos llevamos a cada uno de ustedes adentro nuestro. Sólo de esa manera iba a ser posible lanzarnos a lo desconocido, soltarnos de la seguridad y comodidad de todos los días para animarnos a la primer gran aventura de nuestras vidas.

     GRACIAS a todos y a cada uno de ustedes, porque desde la simplicidad y complicidad de sus miradas, sus compañías, sus historias, sus confidencias, nos han hecho parte de sus vidas y hoy lo son de la nuestra. Nos vamos con muchas lágrimas en los ojos pero con la seguridad de que están con nosotros y lo estarán siempre, hoy y mañana cuando estemos de vuelta.
Simplemente gracias por abrirnos las alas y dejarnos volar. Somos pájaros felices de estar juntos viviendo con tanto placer y pasión nuestra vida.  

1 comentario:

soledad iribarren dijo...

Eli, siempre pensè q eras especial con ese brillo en los ojos y esos sueños tan a flor de piel, que gusto haberte conocido!!! q vueles siempre muyy alto. abrazo grande jardinera!! Sole